El Positivismo tiene como fundador a Augusto Comte. Se conoce
como el movimiento intelectual
predominante en el siglo XIX, cuyas raíces pueden perseguirse claramente hasta el
filósofo alemán Kant, pero algunos de los conceptos positivistas se remontan al
filósofo británico David Hume, al filósofo francés Saint-Simon y cuyas ramificaciones penetran en nuestro siglo y se extienden
todavía por ciertos sectores del ámbito filosófico de nuestros días. Esta doctrina
consideraba que la clave para lograr la reforma social de la humanidad se
basaba en la ciencia, que en su dimensión teórica constituía la única fuente
segura de conocimiento y en su dimensión práctica mostraba su utilidad por
medio de la técnica.
En este sentido, para
dar una respuesta a la revolución científica, política e industrial de su época, Comte ofrecía la reorganización
intelectual, moral y política del orden social, para él la actitud científica
era la clave de cualquier reconstrucción. Es por ello, que con su aporte del
estudio de la mente humana creo la ley de los tres estadios; teológico, metafísico
y el científico o positivo, donde en el estadio teológico los acontecimientos
se explican de un modo muy elemental apelando a la voluntad de los dioses o de
un dios. En el estadio metafísico los fenómenos se explican invocando
categorías filosóficas abstractas.
El último
estadio de esta evolución, el científico o positivo, se empeña en explicar
todos los hechos mediante la aclaración material de las causas. Toda la
atención debe centrarse en averiguar cómo se producen los fenómenos con la
intención de llegar a generalizaciones sujetas a su vez a verificaciones
observacionales y comprobables. En consecuencia, para Comte como fundador de la
Sociología pretendía llevar el estado positivo el estudio de la humanidad
colectiva y así convertirlo en ciencia positiva.
Es de
recalcar, que el término Positivismo
como doctrina reduce lo real a lo experimental del método positivista. En
su sentido más estricto y de acuerdo con su significado histórico, positivismo
designa la doctrina y las escuelas fundadas por Augusto Comte. Esta doctrina
comprende no solo una teoría de la ciencia sino también y muy especialmente una
reforma de la sociedad y una religión.
Para esto, Comte
refleja en el carácter social del espíritu positivo, el cual tiene que fundar
un orden social. La constitución de un saber
positivo es la condición de que haya una autoridad social suficiente, y esto
refuerza el carácter histórico del positivismo. Intenta llevar al estado
positivo el estudio de la humanidad colectiva, es decir, convertirlo en ciencia
positiva. En la sociedad rige también, y principalmente, la ley de los tres
estados, y hay otras tantas etapas, de las cuales, en una domina lo militar.
Asimismo,
el positivismo y la filosofía es aparentemente una reflexión para la ciencia,
la filosofía se convierte en teoría para la ciencia. En este sentido, Comte
expresa; Es una filosofía de la historia
(la ley de los tres estados), Una teoría
metafísica de la realidad, entendida con caracteres tan originales y tan nuevos
como el ser social, histórica y relativa. Una disciplina filosófica entera, la
ciencia de la sociedad.
De igual
manera, el sentido del positivismo se refiere a una corriente filosófica que
afirma que el único conocimiento autentico es el científico. Ya no pide causas,
sino sólo leyes, esas leyes las posee con precisión y con certeza. Una y otra
vez vuelve Comte, del modo más explícito, al problema de la historia, y la
reclama como dominio propio de la filosofía positiva. En esta relación se da el
carácter histórico de esta filosofía, que puede explicar el pasado entero.
Por otra
parte, una corriente que tuvo auge en el siglo XX fue el neopositivismo y la
filosofía analítica, llegando a ser considerada
como la única filosofía verdadera y la única válida para la época
contemporánea. Bajo el nombre de
movimiento analítico se desarrollan distintas concepciones filosóficas, como el
neopositivismo y el neoempirismo.
En
cuanto a los criterios que definen el positivismo en las ciencias son varios
los autores que dan su punto de vista sobre el tema, como lo explica, Kolakowski (1988) el positivismo es un conjunto de reglamentaciones que
rigen el saber humano y que tiende a reservar el nombre de “ciencia” a las
operaciones observables en la evolución de las ciencias modernas de la
naturaleza. Durante su historia, dice este autor, el positivismo ha dirigido en
particular sus críticas contra los desarrollos metafísicos de toda clase, por
tanto, contra la reflexión que no puede fundar enteramente sus resultados sobre
datos empíricos, o que formula sus juicios de modo que los datos empíricos no
puedan nunca refutarlos.
El Positivismo tiene como
característica su posición
epistemológica central, por consiguiente, el positivismo supone que la realidad
está dada y que puede ser conocida de manera absoluta por el sujeto
cognoscente, y que por tanto, de lo único que había que preocuparse, indican
Dobles, Zúñiga y García (1998), era de encontrar el método adecuado y válido
para “descubrir” esa realidad. Por lo tanto, asume la existencia de un
método específico para conocer esa realidad y propone el uso de dicho método como
garantía de verdad y legitimidad para el conocimiento. Por lo cual, la ciencia
positivista se basa sobre el supuesto de que el sujeto tiene una posibilidad
absoluta de conocer la realidad mediante un método específico.
Otra, característica importante
del Positivismo es el supuesto de que tanto
las ciencias naturales como las sociales pueden hacer uso del mismo método para
desarrollar la investigación. De acuerdo con Tejedor (1986), citado por Dobles,
Zúñiga y García (1998), los científicos positivistas suponen que se puede
obtener un conocimiento objetivo del estudio del mundo natural y social. Para
ellos las ciencias naturales y las ciencias sociales utilizan una metodología
básica similar por emplear la misma lógica y procedimientos de investigación
similares.
Con respecto a esto,
se considera que el método científico es único y el mismo para todos los campos
del saber. De ahí que, los positivistas buscan los
hechos o causas de los fenómenos sociales con independencia de los estados subjetivos
de los individuos.
Gutiérrez (1996). Debido a lo expresado anteriormente, Zúñiga y García (1998) el positivismo se caracteriza por postular lo
siguiente; el sujeto descubre el conocimiento, tiene acceso a la realidad
mediante los sentidos, la razón y los instrumentos que utilice, el conocimiento
valido es el científico, la realidad es accesible mediante la experiencia, lo
que es dado a los sentidos puede considerarse como real, el método de la
ciencia es el único válido y descriptivo, el sujeto y objeto del conocimiento
son independientes.
Para
concluir, la influencia del positivismo en el desarrollo de la ciencia está
presente en todos los campos del conocimiento, con la aplicación del método
científico, los fenómenos tanto sociales, políticos, naturales y aquello que no
pueda someterse a las condiciones de esta concepción carece absolutamente de
valor. En la actualidad el positivismo se ha posesionado en nuestros días como
una disciplina de verdadero conocimiento y mirando hacia el pasado, se sitúa
con muchos adelantos y muchos logros ya que esto implica que lo que se vende,
lo aceptado y lo creíble es lo que se puede comprobar por algún proceso
positivo.
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